Estoy convencida de que si le preguntas a un/a niñ@ pequeñ@ si sabe pintar, ningun@ dudaría de si mism@ y tod@s te dirán que sí. Sin embargo a medida que van creciendo, pocos serán los que digan que sí saben pintar.
¿En qué momento perdemos esa confianza en nosotros mismos? ¿En qué momento empezamos a malinterpretar lo que verdaderamente es la autoconfianza y pensamos que depende de logros externos, aprobación de los demás o circunstancias favorables?
La autoconfianza es un estado interno de seguridad y creencia en uno mismo. No depende de factores externos, como los logros o la aprobación de los demás, sino de nuestra comprensión de cómo funciona la mente y cómo interpretamos nuestras experiencias. La falta de autoconfianza surge de nuestros propios pensamientos y creencias limitantes, y no de circunstancias externas. A medida que tomamos conciencia de la naturaleza transitoria y subjetiva de nuestros pensamientos, podemos liberarnos de las limitaciones autoimpuestas y descubrir una mayor confianza en nosotros mismos. La autoconfianza está presente en nuestro ser interior. Lo que hemos de hacer es despertar a la comprensión de la verdadera naturaleza de la confianza en uno mismo y de la capacidad innata que tenemos para enfrentar los desafíos y aprovechar todo su potencial.
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